Ciudad de México.- La dirigencia mexiquense del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se deslindó de los recientes actos violentos ocurridos en el municipio de Jiquipilco y reiteró el respeto hacia sus adversarios políticos y la ciudadanía, por lo que desmiente las acusaciones que al respecto están haciendo dirigentes y candidatos perredistas de la entidad.
Lo anterior se debe a la violencia electoral registrada el pasado fin de semana en el municipio de Jiquipilco, en donde perredistas mexiquenses aseguran que fue atacada por priístas una caravana del candidato de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (Movimiento Progresista) a esa alcaldía, Mario Medina.
Señalan los perredistas que esa caravana fue emboscada por presuntos priístas, lo que propició que incluso, en el Instituto Electoral del Estado de México se lanzara un exhorto a quienes participan en el actual proceso político electoral estatal, a conducirse con civilidad.
Los perredistas mexiquenses señalan que debido a esa agresión, resultaron lesionados a golpes Óscar Ramírez, Joel Sánchez, Federico Hernández y Alejandro Cortés, quien está reportado con fractura de cráneo.
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